jueves, 25 de noviembre de 2010

escucha, en silencio, mi voz...

En ese barquito he dejado, dentro, a mí corazón. Respira porque yo respiro, pero nada más. No está perdido, lo he aislado, como a los átomos, y no sé hasta cuando estará ahí, así que no dejes que yo te guste porque mi corazón está agotado y en modo off.

Sobre el deseo de sufrir

Vivir es perder cosas, pero ¿por qué?...