El problema viene justo el instante después de haber satisfecho ese deseo; es entonces cuando más necesitas el amor de la persona amada y el amante se convierte en un extraño; solo a veces el amante se convierte en la nueva persona a amar.
Como el orgasmo, ponemos todos nuestros sentidos en intentar alcanzarlo, pero solo durante el tiempo que lo estás teniendo disfrutas del máximo placer, de la emoción consumida; después el cuerpo como todo en la vida, vuelve a su realidad, a su rutina. ¿o no?